Desde siempre los helados italianos cuentan con una aclamada fama mundial, algo que he podido corroborar en estos seis meses y doy fe de ello. Los hay de mil sabores distintos, siempre cremosos, simples o combinados, en diversas variedades de cucurucho o en tarrina, acompañados con virutas de chocolate, lacasitos, sirope o nutella… ¡Son una auténtica delicia para el paladar!
Siena está repleta de heladerías, siendo CopaCabana la más reclamada entre todas ellas. En la Piazza del Campo, el punto neurálgico de la ciudad, se sitúan algunas de las más reconocidas. La gran mayoría de turistas desconoce cuál de ellas es la mejor, por lo que siempre recurren a las de la plaza. Pero escondida entre pequeñas callejuelas se encuentra CopaCabana con la variedad más extensa de helados de toda la ciudad y sin duda, los más ricos. ¡Recomiendo que probéis el de amarena! Su traducción literal es guinda en castellano y os aseguro que no me gustan nada las guindas, pero la amarena es una especie de combinación perfecta entre frutos del bosque, mora y yogur, que se vuelve irresistible. Debemos decir que durante el invierno muchas de ellas cierran y vuelven a reabrir en este tiempo con motivo de la llegada de la primavera.

Todavía recuerdo los primeros días tumbados bajo el sol en la Piazza, después de comer, probando cada día un helado distinto o incluso dos. Cada vez que visitábamos un lugar nuevo teníamos como obligación probar uno de ese sitio, pero como nos sentimos sieneses ¡nos quedamos con los de CopaCabana, sin duda alguna! ;)
¡Un saludo para todos!
Ohh,al leer esto me ha entrao envidia sana, y nunca mejor dicho!!! Encima ahora que se acerca el buen tiempo... el año pasao tuve la suerte de pasar 14 días con la cuadrilla en Milán y probamos los helados italianos. Estaban buenísimos, pero seguro que no llegan al nivelazo que tienen los que os comisteis vosotros en Siena!!! Espero que lo disfrutaras, cuando vuelvas en verano por allí, tomate uno en nombre de tus seguidores de blog!
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