sábado, 30 de abril de 2011

Aprendiendo a cocinar

Dicen que cuando haces el Erasmus no importa la calidad sino la cantidad en las comidas; sin embargo, nosotros hemos tenido la suerte de contar con muy buenos cocineros en Siena. Hemos preparado muchísimas cenas por diferentes motivos: cumpleaños, fiestas, despedidas, reencuentros… y en cada una de ellas hemos disfrutado al máximo de la comida. Ahí están de prueba unos cuantos kilos de más que nos hemos traído a casa.

Merecen una mención especial Juanfer, Sonia y Raúl, tres excelentes cocineros que Siena ha tenido la oportunidad de acoger este año. El pollo a la cerveza, los crepes de nutella, las empanadas con la marca de GH, las tortillas de patata, los flanes de turrón, las frutas bañadas en chocolate Lindt y una larga lista de manjares que nos hemos metido para el cuerpo han sido obra, en su mayoría, de estos tres genios de la cocina. Sin olvidar, por supuesto a las Albas y sus huevos flamencos. Gracias a vosotros hemos disfrutado de las cenas como nunca.
 

Por otro lado, los que no somos expertos en el arte de la cocina hacíamos lo que podíamos. Como ya sabéis una de las virtudes de la vida erasmus es la independencia de la que gozamos, pero ello también conlleva asumir responsabilidades que muchos en nuestras casas no teníamos. Por lo tanto, si queremos comer variado y bien, nos toca aprender a cocinar. No es que sea un requisito indispensable porque la verdad que con las mensas se puede vivir perfectamente, pero no está de más practicar de vez en cuando en la cocina. En las fotos tenéis la muestra de nuestra evolución.



¡Un saludo!

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